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Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G.
interesantes. Desde luego la fruta fresca, pero también el vino, los productos acuícolas (salmón, mariscos y peces), las carnes, los alimentos procesados, y la construcción antisísmica, entre muchos otros.
Entonces ¿Cuál es la estrategia de desarrollo que debe rediseñar Chile ahora que el ciclo del cobre podría haber llegado a su n?. La respuesta no es fácil, pero sea cual sea, debe incorporar a la productividad como pilar fundamental de su desarrollo industrial.
La productividad implica tres factores: trabajo, capital y la forma en que estos se combinan.
Para mejorar la productividad del sector frutícola, se requiere que el trabajo sea cada vez más productivo, por eso hemos planteado la importancia de avanzar en materias asociadas a la capacitación, competencias laborales y las buenas relaciones laborales entre los trabajadores, empleadores y Estado. Chile necesita moverse rápido hacia nuevos paradigmas de participación, incluso dentro de las empresas. Por eso la metodología impulsada por la OIT, denominada “Sistema Integral de Medición y Avances de la Productividad (SIMAPRO)”, resulta ser tan útil y productiva en las empresas al promover una relación más horizontal y permite que surjan ideas desde las distintas áreas de trabajo, las que aplicadas se convierten en innovación, mayor productividad y mejor clima laboral, ya que se mejoran las formas de ejecutar las distintas labores optimizando así los eslabones del proceso productivo, generando así mejores salarios para los trabajadores y mejores rendimientos para la empresa. En resumen, todos se bene cian.
La industria frutícola y agrícola, además de ser esencial para la vida humana y animal, posee un conjunto de particularidades y amenazas naturales que requiere de apoyos para su crecimiento. Por ello estimamos que el sector requiere que el país establezca mecanismos concretos para fomentar las inversiones en fruticultura, de modo de potenciar el sector ofreciendo líneas de créditos acordes con los ciclos productivos, además de fortalecer un sistema de seguros amplio que permita continuar con la actividad cuando ocurran siniestros de carácter natural.
Para que capital y trabajo se combinen adecuadamente, se necesita contar con plataformas potentes y permanentes, que faciliten el desarrollo agrícola a lo largo del país, tales como: resguardo y control del patrimonio to y zoosanitario, sistemas hídricos del más alto nivel, cuidado del medio ambiente, sistemas logísticos e cientes, mayores recursos económicos para promover los productos en el exterior, elevar el conocimiento y práctica de los trabajadores frutícolas a través de la capacitación y las competencias laborales especí cas .
Adicionalmente se debe contar con un sistema permanente de nanciamiento de la investigación e innovación a la fruticultura, acorde a las necesidades y prioridades de la industria, ya que cada día es más necesario contar con productos que se cultiven en concordancia con las condiciones del país y con vida de poscosecha lo más extensa posible dada la lejanía de nuestros mercados.
Sólo así podremos todos ser parte de una estrategia de desarrollo que nos permita dejar de ser cobre-dependientes y volvamos a retomar la senda del crecimiento armónico con participación de todos los sectores de la economía nacional.
Las propuestas de corto y mediano plazo que planteamos a nuestras autoridades a nuestro entender, permitirá dar un salto signi cativo en la productividad y competitividad de nuestro sector, por lo que este conjunto de re exiones implican –en la mayoría de los casos- decisiones administrativas que apuntan a un mayor desarrollo armónico del país, especialmente de cara a las personas de las áreas rurales que viven de esta actividad.
La propuesta completa está diponible en: http://asoex.cl/publicaciones/expediente-exportador