Santiago, 04 de enero de 2018. El presidente de Asoex, Ronald Bown, se manifestó alerta, pero a la vez cauteloso, ante la caída del tipo de cambio, lo cual se viene manifestando desde fines de agosto de 2017. Las causas de esta caída serían tres. La primera de ellas corresponde a la caída del dólar a nivel internacional, lo cual se manifiesta a través de la trayectoria del "dollar index" que calcula el Banco de la Reserva Federal de St. Louis [ver gráfico], el que viene cayendo desde los 128 puntos a comienzos de 2017, hasta ubicarse en torno a los 120 en los últimos tres meses. Otra razón que explica el bajo nivel del tipo de cambio es el alto precio del cobre. En la segunda quincena de agosto, su valor salta de los US$ 2,72/lb a los US$ 287/lb y de ahí en adelante sigue su escalada hasta ubicarse por sobre los US$ 3,2/lb. [ver gráfico]. En particular el alza del precio del cobre está apalancada por las mejores expectativas de inversión en infraestructura en EE.UU. y por una economía china que se niega a desacelerar, al punto que sus indicadores siguen mostrando un dinamismo por sobre el 6,5% anual, que para la segunda economía más grande del mundo, no es poco decir. Ahora bien, éste último factor se sustenta en las altas tasas de endeudamiento que ostenta el sector privado, situación que no puede sostenerse en el tiempo, de modo que ahí hay un factor que debe ajustarse en el mediano plazo. Por último, las expectativas -o quizás el exceso de expectativas optimistas- sobre la recuperación del dinamismo económico, que se viene manifestando desde comienzos de 2017 y que se refleja en el alza [un tanto desmedida] del IPSA, que pasó de un nivel en torno a los 4.150 puntos a comienzos de 2017, a los 5.643 puntos en los que se encuentra hoy en día, lo que implica un alza de 35%.
Ronald Bown Fernández |