Santiago, 24 de mayo de 2018.- Al cumplirse ayer dos meses desde su lamentable partida, hemos querido destacar su trabajo y aportes para el desarrollo y crecimiento de la fruticultura chilena. Un reconocimiento que creemos más que merecido considerando los grandes aportes realizados por tan excelso profesional. "Un amante de la ciencia y el estudio", "un hombre exigente" y "un experto comprometido con el desarrollo de la fruticultura del país", son algunas de las expresiones de quienes conocieron al apasionado académico e investigador, Roberto H. González Rodríguez. Nació en Santiago, en abril de 1933, realizando sus estudios secundarios en el Liceo Manuel Barros Borgoño, del cual egresó en el año 1949. Estudió Agronomía en la Universidad de Chile, casa de estudios a la que estuvo fuertemente ligado hasta su fallecimiento. Junto a su esposa Otilia, construyó una familia, convirtiéndose en padre de María Verónica, Mauricio y Roberto. Es dentro de las paredes de la Universidad de Chile, donde dejó grandes recuerdos entre profesores y alumnos, muchos de los cuales se convirtieron luego en colegas. Es recordado como un profesor temido por su exigencia, pero al mismo tiempo abierto y preparado a la hora de compartir sus conocimientos. De su personalidad, destacan, su amor por el estudio, el que lo motivaba, incluso en sus días libres, a salir al campo a recolectar insectos para estudiarlos. En la Universidad era conocido como "Chaleco González", ya que, desde muy joven siempre fue formal para vestir y actuar. Realizó sus estudios de postgrado en la Universidad de California, Davis, obteniendo los grados de Master of Science en 1963, y de Ph.D. en Entomología, en 1964. Entre los años 1970 y 1978, fue designado como especialista en Manejo Integrado de Plagas en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde donde dirigió numerosos proyectos en países miembros de la Organización de Naciones Unidas. Además, por casi dos décadas trabajó en el Codex Alimentarius en materias relativas a residuos de plaguicidas y fue un destacado miembro de la Unión Internacional del Comité de Pesticidas Agrícolas (IUPAC), contribuyendo en aspectos relativos a la fijación de límites máximos de residuos, en su calidad de representante del sector exportador chileno, formando parte de la delegación nacional de ese organismo, hasta el año 2010. Su trabajo académico y de investigación le hicieron merecedor de numerosas distinciones y nombramientos, tales como: Sociedad Sigma X, Davis Chapter; Medalla de Plata y Diploma de Honor de la Sociedad Entomológica del Perú (1971); Premio Carlos Porter (1978), Colegio de Ingenieros Agrónomos; Distinción al Mejor Profesor del Depto. de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile (1980); Premio al Mérito Académico, "Rector Ruy Barbosa", de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile (2003) y Premio "Espiga de Oro" del Colegio de Ingenieros Agrónomos (2017). Entre los años 2007 y 2008 fue miembro fundador de la Academia Chilena de Ciencias Agronómicas, ocupando el cargo de presidente entre los años 2012 y 2015. Realizó más de 180 publicaciones y 6 libros en entomología económica, describiendo nuevas especies de insectos y ácaros para Chile, así como en aspectos biologícos y de manejo de plagas cuarentenarias. El profesor González trabajó como asesor de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, A.G. (Asoex), por más de 30 años, entregando sus conocimientos y aportes en materias fitosanitarias y entomológicas, así como colaborando como editor de la publicación Agenda de Pesticidas, desde su génesis en el año 1989. Dada esta larga relación, su figura dejó importantes y afectuosos recuerdos entre los profesionales que lo conocieron y trabajaron junto a él. Se le recuerda como un hombre de mirada global para visualizar la problemática que generaba el control de plagas, el correcto uso de productos agroquímicos, aplicando siempre un criterio normativo frente a las exigencias de los mercados internacionales, de tal forma que la fruta chilena fuera reconocida en el exterior por su buen manejo fitosanitario y sanitario. Su habilidad para hablar 5 idiomas diferentes, le hizo un embajador de primer orden al momento de resolver problemáticas internacionales, relacionados con el área en la cual se desenvolvía. El Profesor Roberto González será recordado por muchos años. Su huella en el sector frutícola nacional será perenne. Directorio Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, A.G. |